Los padres podemos ayudar a que nuestros hijos controlen los nervios hablándoles y preguntándoles porqué se sienten preocupados . A veces tienen miedo de decepcionarnos, tanto a los padres como a los profesores; otras veces no quieren parecer tontos frente a sus compañeros. Nuestro deber es enseñarles que los retos son buenos y que quedarnos