Entrevista a Victor Küppers
¿Se puede elegir ser alegre?
Sin ninguna duda. Ser alegre no es un gen, no es una forma de ser. Tampoco es vivir sin problemas. Hay gente que decide dejar de fumar o correr por las mañanas, y hay gente que decide vivir con alegría. No es fácil. Lo fácil es explicarlo, que es lo que acabo de hacer yo. El mérito está en aplicarlo, y esto es una lucha titánica, contracorriente en una sociedad que nos arrastra al desánimo. Hoy ser alegre es algo heroico. Es una elección, un compromiso y una lucha. Pero cuando vas avanzado, los hábitos se incorporan más a tu manera de ser y cada día se hace más fácil. Terminas por volverte alegre
.¿De qué actitudes adolece nuestra sociedad?
Para mí hay dos: la bondad y la compasión.La bondad no entendida en un sentido cursi, sino en el sentido más digno de la palabra: personas honestas, educadas, generosas.La compasión es, en primer lugar esa empatía por ponerte en el lugar de los demás, y después esas ganas de ayudar.Estas dos cualidades harían un mundo mejor. Hay muchas personas que lo tienen, pero no son las que más abundan.
¿Podría darnos alguna fórmula para identificar nuestros puntos fuertes y desarrollar nuestro potencial?
La reflexión ayuda, también el juicio objetivo de los resultados que consigues, las opiniones de las personas que te conocen bien… pero al final lo importante es descubrir que todos tenemos un don, todos hemos nacido para algo y encontrarlo es muy difícil.Yo a mis alumnos les explico que tienen que hacer algo vocacional. No lo que sus padres quieren ni lo que la sociedad les dicta. Creo que la vocación se encuentra en el nexo de cuatro variables: tiene que apasionarte, lo tienes que hacer muy bien, que te puedas ganar la vida con ello –ya que de lo contrario sería un hobby-, y por último, tienes que ayudar a otros. Tu trabajo debe ser útil a la sociedad. Cuando uno encuentra una profesión con estas cuatro variables, has en-contrado tu vocación