DECALOGO PARA LOS QUE INTENTAN APRENDER UN
IDIOMA
1. Cualquiera puede aprender un idioma.
2. Desconfie de las ofertas de aprendizaje “sin esfuerzo” y en “muy poco tiempo”.
lamentablemente no existen “fórmulas mágicas” que permitan garantizar dichos
aspectos.
3. Aprender un idioma lleva tiempo y exige una dedicación y, desde luego, una
disciplina.
4. Los sistemas “a distancia” suelen estar bien enfocados y responden a una
programación estricta, pero para que tengan éxito el estudiante tendrá que invertir
de forma constante y sistemática un cierto tiempo todos los días.
5. Nada puede reemplazar a un profesor. Su figura es esencial e insustituible, independientemente de los recursos materiales y tecnológicos que se utilicen (cassettes, vídeos, ordenadores, bibliografía, etc.) y que únicamente constituyen un
complemento a su función docente pero que, en modo alguno, le reemplazan.
6. El perfil de idoneidad de un profesor de idiomas no tiene por qué implicar una
determinada nacionalidad, si bien obvio que para poder enseñar una lengua
es necesario “conocerla” en profundidad y, naturalmente , hallarse
debidamente cualificado para ejercitar su docencia.
7. Un profesor no cualificado puede alterar negativamente el grado de motivación de sus alumnos hacia el idioma, provocando a la vez un rechazo a su utilización y práctica que, finalmente, se traduce en aversión y frustración.
8. Los exámenes internacionales de idiomas son el mejor medio para evaluar el nivel de conocimientos y de suficiencia. Los hay de tipo (orales, de comunicación, comerciales, etc.). La validez de los títulos obtenidos tras haber superado estas pruebas, están equiparados con los niveles de la Comunidad Europea pero no capacitan a nadie para el ejercicio de la docencia. Los profesionales de la enseñanza de idiomas únicamente se forman en la universidad.
9. Un aprendizaje correcto conlleva la interacción de tres factores: Buena voluntad,
dedicación y constancia. El resto, déjelo en manos de profesionales para evitar
perder tiempo innecesariamente.
10. A la hora de matricularse en algún centro, compruebe que se trata de un centro acreditado por el organismo representativo del sector i.e. F.E..C.E.I que garantice unos determinados standards o, en su defecto, que el centro se ajuste a unos criterios objetivos de calidad. Finalmente, sólo resta desearle buena suerte y paciencia. ¡Muy pronto se comunicará Vd. en el nuevo idioma!